En Freddo's no hacemos magia, pero casi.
¿Por qué los Freddo's son adictivos?
Porque no están hechos para cumplir. Están hechos para engancharte sin darte cuenta, como si tu rutina necesitara una banda sonora en forma de bebida fría y brutalmente equilibrada.
1. El café – No estamos jugando
Usamos café Illy, 100% arábica, con una mezcla seleccionada que no sabe ni a quemado ni a “cafetera de gas”. Lo extraemos en doble espresso, recién hecho y fuerte, para que el sabor se mantenga incluso con hielo. Nada de cafés fríos que saben a agua sucia al minuto 3.
Esto es crema, intensidad y carácter mediterráneo en su forma más pura. Te despierta, te acaricia el paladar y te dice: “oye, igual te mereces otro”.
2. La textura – ¿Qué es esta espuma mágica?
Usamos una frappera griega, no batidoras de TikTok ni inventos low cost. El café se bate en frío con una técnica que lo airea y lo suaviza sin perder potencia. Resultado: esa espuma cremosa que se mantiene hasta el último sorbo. Literalmente, te lo puedes beber con cuchara si te pones poético.
Y si pides un Freddo Cappuccino o un Latte, entra la leche espumada en frío: cremosa, ligera, como un nube que lleva cafeína en vena.
3. Personalización real – No eres un robot, así que tu café tampoco
Puedes elegir:
Nivel de azúcar (sin / dulce / muy dulce)
Doble shot por defecto (no jugamos con mediocridades)
Leches vegetales o sin lactosa
Y encima… sabores como vainilla, chocolate, tiramisú.
No es un capricho, es una declaración de estilo de vida.
4. Temperatura perfecta todo el rato
No es café frío servido con hielo.
Es café preparado para ser frío.
De verdad. Desde su concepción hasta la última gota. Con el protocolo griego que hace que nunca se diluya, nunca se estropee, nunca pierda alma.
5. No son bebidas, son rituales
Cada Freddo viene con su propio aura. Lo tomas y de repente parece que te queda bien todo lo que llevas puesto, que hoy el curro te va a salir mejor, que la playlist te entiende.
Son tan buenos, que te tomas uno… y luego te justificas:
“Bueno, por la tarde me apetece otro pero sin azúcar. Saludable, ¿no?”
Y así es como empieza la adicción blanda. Suave. Sabrosa. Irracional.
En resumen... Los Freddos no están hechos para todos...
Están hechos para gente que quiere algo mejor, pero servido fácil. Que no necesita postureo ni espuma rosa encima, solo sabor brutal en estado puro.
Y oye, cuando vengas y lo pruebes… te vas a pillar...
Te aviso. Esto no es una promo.
Es un destino.
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